10 IDEAS BÁSICAS PARA PONER LA MESA EN NAVIDAD
1– La iluminación es clave. La mesa debe situarse en un espacio con luz natural. En caso de no tenerla usaremos una iluminación no demasiado fuerte. Durante la comida si hay velas tienen que estar encendidas... y vigiladas.
2- ¿Dónde me siento? La forma correcta de sentar a tus invitados en la mesa es intercambiando hombre y mujer. Los matrimonios nunca deben de estar juntos. Solo hay una excepción: cuando la pareja lleva menos de un año casada pueden estar codo con codo. El anfitrión siempre en la mitad de la mesa.
3- El mantel es la base de la elegancia. Tiene que ser de lino y que cubra toda la mesa hasta los pies. Limpio, sin defectos y nada de colores chillones. Escoge un mantel liso y olvídate de los decorativos. La servilleta debe ir a juego y siempre se coloca a la izquierda del plato.
4– Los cubiertos, no todo vale. Antes de ponerlos en la mesa límpialos con un paño para que luzcan. Nunca pongas más de seis servicios por cada lado del plato. Se colocan según el orden de llegada de la comida a la mesa. Los primeros que usaremos serán los de los extremos. Los cuchillos siempre con el filo hacia dentro.
5– La cristalería con orden. La norma y la costumbre aconsejan no colocar, en cada puesto de comensal, más de tres copas, sea cual sea el número de bebidas que se vayan a consumir durante la comida. Comienza, además, a cundir la práctica de limitarse a tan sólo dos: la de agua y la de vino. Y ello a pesar de que las combinaciones posibles sean muchas más, comenzando por el coctel, cava o jerez del aperitivo, continuando por las diversas copas para los vinos blancos, rosados o tintos, y terminando por las copas para los vinos dulces generosos, los licores y los aguardientes o los cavas que se toman al final. Colocar sobre la mesa toda esta cristalería necesaria para tomar las diversas bebidas la convertiría en un escaparate poco práctico y casi en una especie de cacharrería.
A la hora de colocar las copas, tenemos que haber pensado las bebidas que se van a servir. Habitualmente, se suele colocar simplemente una copa de agua, a la izquierda y una copa de vino, a su derecha. Siempre colocadas en la parte superior frente al plato. Esta, podemos decir, es la forma de poner las copas "a diario". Incluso en muchos restaurantes serán las únicas piezas de la cristalería que habrá dispuestas. Luego podrán poner más copas u otras distintas en función de la bebida solicitada.
En principio, pueden ser suficientes la copa de agua, más alta, que se sitúa a la izquierda, y la de vino, que se coloca a su derecha. Los demás vasos, copas, catavinos o jarros que sea preciso utilizar se irán añadiendo a la mesa a medida que sean retirados los ya utilizados.
6- El bajoplato, el gran olvidado. Nunca se cambia pero siempre debe de estar presente. El plato nunca debe de ser mayor que el bajoplato. La distancia correcta para colocarlo son dos centímetros desde el borde de la mesa. Recuerda: los platos hondos jamás deben estar solos sobre el mantel.
7- El pan nuestro de cada banquete. Siempre debe situarse a la izquierda del comensal en un pequeño plato. Se puede acompañar con un ' entretenimiento' como la mantequilla salada. También podemos optar por colocarlo en pequeñas cestitas.
8- El vino, nada de botellón. Olvídate de llenar las copas de vino como si fueran la última bebida de la fiesta. Las medidas correctas son un tercio para el vino blanco y dos tercios para el tinto. En el champagne nunca más de media copa. El vino se sirve con la etiqueta de la botella hacia arriba para que nuestro invitado vea la marca.
9- Los adornos, menos es más. Podemos decorar la mesa y el salón donde cenemos pero ten en cuenta estos consejos: adornos pequeños, nada ruidosos ni recargados y, sobre todo, que no tapan a ningún comensal. Los adornos no deben robar protagonismo a los platos.
10- La guinda final. Los turrones y dulces navideños van a los centros de la mesa ya cortados y bien alineados. En caso de que optemos por una tarta, primero debe presentarse y después se sirve ya emplatada.
FELICES FIESTAS